viernes, 11 de mayo de 2012


VÍDEO 1.                   VÍDEO 2.





Durante este curso escolar, hemos asistido mensualmente a la Hípica Poni Club Ciutat de Castelló  (http://www.poniclubcastellon.com/ ), donde nos hemos iniciado en el apasionante mundo de la equitación. Os invitamos a compartir con nosotros las experiencias que nos han procurado animales tan nobles y especiales como los caballos. Adelante!!! Nuestro blog es vuestro.


Estos somos nosotros. Nos presentaremos, de izquierda a derecha: Laura, Noelia, Víctor, Andrea, Eric y David. El amigo que está detrás es Aleix, en otras fotografías lo veréis mejor y podréis conocerlo. Somos alumnos del IES Bovalar de Castellón. Al inicio de curso, Andrea Gómez (profesora del aula de Pedagogía Terapéutica) nos propuso realizar esta actividad. Antes de seguir contándoos nuestras experiencias, queremos mostrar nuestro agradecimiento a Nati Adelantado, propietaria de la Hípica, por habernos facilitado la estancia en sus instalaciones y múltiples aprendizajes dentro de la pista.



Nuestra implicación y disfrute en las sesiones ha aumentado de manera progresiva. En la primera sesión, todos estábamos muy expectantes. Sólo sabíamos que empezábamos el Taller de Equinoterapia pero muchos de nosotros ni siquiera había tocado nunca un animal tan grande y espectacular como es el caballo. Y esa fue la primera tarea que nos encomendaron.

Entrar en un box, y verte cara a cara con un ejemplar, requiere de una mano amiga que te guíe. Ahora sabemos que hay que hablarle para que sepa que estamos ahí y que nuestra intención es acariciarlo. Sabemos cuál es su tamaño y os garantizamos que son grandes, muy grandes. Ese primer instante es primordial en nuestro acercamiento al caballo, puede determinar nuestra manera de relacionarnos con él y el nivel de afición. Nosotros lo conseguimos, unos con más respeto que otros pero todos pudimos tocarlos y sentir su nobleza. A partir de ese momento, empezó nuestra andadura sin ser todavía conscientes de las experiencias que nos esperaban.



El centro hípico dispone de múltiples ejemplares. Se eligieron los más apropiados para nuestras necesidades. Eso, y ver el ambiente tranquilo que se respira, nos dio pie a pensar que montar sería unir diversión con aprendizaje. Conocer el entorno y las instalaciones, también nos procuró más seguridad y tranquilidad. Sin darnos cuenta, nos íbamos familiarizando con todo lo que nos rodeaba. Sin darnos cuenta, íbamos ganando confianza en nosotros mismos.

Visita a boxes.
Visita cuadra ponis.
Antes de entrar en pista, hay que ponerse el casco. Siempre debemos protegernos porque aún siendo animales nobles, podemos caer de ellos. ¡No podéis, ni podemos olvidar que somos jinetes principiantes! y que al igual que los jinetes profesionales, debemos ponérnoslo siempre. Como veréis en la siguiente fotografía, hay modelos para todos los gustos. ¿Cuál elegiríais vosotros? Esta vez, el que se esconde detrás de Eric, es Víctor. Parece que no nos ponemos de acuerdo para hacer la foto de grupo.

                                       

Y por fin, llegó el gran momento. Íbamos a montar: nervios, respeto, ilusión, alegría,...Fueron muchos los sentimientos que se entremezclaron pero...¡¡¡¡lo conseguimos!!!! ¿A qué hacemos un buen grupo?  Ahora el que se esconde detrás de Éric, es Víctor.



Como veis, todos vamos acompañados por 2 ó 3 monitores, mientras que la profesora Nati nos indica los ejercicios a realizar. En su mayoría son ejercicios de equilibrio, respiración y coordinación. El ambiente de la clase es muy agradable y aprendemos a la vez que nos divertimos. Os iremos comentando diferentes momentos de las clases, ¿os apuntáis a seguir nuestras andanzas? ¿Queréis saber más? Adelante!!!  

En esta imagen, estamos haciendo ejercicios de equilibrio. Trabajamos la coordinación. Parece fácil, ¿verdad? Pues requiere un mayor esfuerzo del que parece. Os explicamos, al mover los brazos, perdemos uno de nuestros puntos de apoyo, las manos y debemos estar muy atentos a la postura de nuestro cuerpo, espalda recta y piernas apretadas a la silla, para mantener el equilibrio. Los caballos no ayudan mucho!!! ¿Os atreveríais?


También realizamos los ejercicios siguiendo un recorrido que está determinado por conos. Es un obstáculo más para realizar los ejercicios a lomo del caballo. Mantener el equilibrio mientras el ejemplar va girando constantemente, requiere de una mayor concentración y esfuerzo por nuestra parte. Unas veces lo hemos realizado en la pista cubierta y otras, como podéis ver, en la pista exterior. Que placer sentir que entre el cielo y el suelo solo estamos nosotros con nuestro caballo. No es de extrañar que siempre queramos volver. 






Cuando la profesora indica que vamos a trotar, nos ponemos muy contentos pero al mismo tiempo sentimos un poco de miedo a lo desconocido: preparados, listos, ya!!!! En ese momento, el caballo nos muestra parte de su fuerza. Nosotros ponemos las manos en la cruz del ejemplar, apretamos las piernas, espalda recta, nos aseguramos de no sacar los pies del estribo y siempre miramos al frente. Es emocionante! Los monitores nos acompañan para asegurarnos de que en caso de pérdida de equilibrio, ellos nos ayudarán a recuperarlo y/o bien, pararán al caballo para volver a reiniciar el trote cuando ambos, caballo y jinete, estemos preparados.




Otras veces, vamos con los ojos cerrados para tener mayor conciencia del equilibrio y depositar nuestra confianza en el caballo. Nos dejamos llevar por él. Podemos sentir cada paso que da, podemos sentir como acompañamos con nuestro cuerpo su movimiento. ¿Veis que sonrisa tiene nuestro compañero David? Sin ver nada y aún así, sonríe. Sin ver nada, se confía al caballo. Su actitud promete.


También hemos hecho ejercicios de lateralidad cruzada. Consiste en tocar con la mano derecha, la rodilla izquierda y viceversa. No vale que el caballo esté parado. Todo se hace en movimiento. Todo lo hacemos entre los dos: caballo y jinete. El equilibrio sigue siendo imprescindible para todo. ¿Qué os parece Víctor? Muy bien, ¿no?



A continuación, nuestro compañero Eric os muestra como mantener el equilibrio utilizando la fuerza de las piernas pero sin olvidar que contamos con el apoyo de los estribos y las manos. Como veis, la mirada al frente, buscando un punto fijo ayuda mucho para mantener nuestra postura y la dirección del caballo. Así que no siempre vamos sentados en la silla. Por cierto, utilizamos sillas inglesas. Son las que se utilizan para doma y la verdad es que son realmente cómodas. 

                     

Hasta aquí os hemos contado algunos de los ejercicios que realizamos en la pista. No os podéis imaginar como hemos ido evolucionando. Nuestra postura en la silla cada día es más firme, nuestra sonrisa, refleja nuestra mayor seguridad, hemos pasado de la incógnita a la total implicación, hemos ido mejorando paso a paso, tranco a tranco.

Os seguimos explicando, ¿vale? La clase de equinoterapia no acaba aquí.  

Una vez finalizada la clase, en pista, llega el momento de asear a los ponis. Siempre empezamos acariciándolos y cepillándolos. Ellos se están quietos. Les gusta sentirse cuidados y además saben, que siempre tienen algún premio (un trozo de zanahoria o manzana). Es un momento que mejora nuestra relación afectiva con ellos y nos permite comunicarnos con palabras y gestos. Y sino, ¿qué os parecen estas fotos? Transmiten más que muchas palabras, ¿verdad?



Que relajado está Aleix, ¿verdad? ¿Qué debe sentir para dejarse caer de esa manera tan relajada sobre el lomo del poni? No os daremos la respuesta. Es un secreto y cada uno debe descubrir el motivo de esa unión.









Y Andrea, no os imaginas los ratos que ha pasado con Beduino, acariciándolo y cepillándolo. Ella ya sabe, igual que el resto del grupo, que para cepillar hay que seguir la dirección del pelo y que a duras que sean las púas del cepillo, a ellos no les duele sino todo lo contrario, les encanta.  









La limpieza de los cascos es importante. ¿Qué os parece Josep? Parece que está concentrado en la faena.



Después, tenemos una clase/juego. En ella aprendemos algunas de las partes de los caballos. Andrea nos indica dónde colocarnos y cuando nos formula la pregunta: “¿Dónde está...?, Nosotros vamos a nuestro poni correspondiente y tocamos la parte que nos ha preguntado nuestra profesora de PT. ¿Sabríais decirnos donde están los ollares y los corvejones? Son nombres raros, ¿verdad? Pues no hay nada como hacer las cosas que nos gustan y darnos tiempo para aprenderlas y recordarlas sesión, tras sesión. 



Aquí estamos preparados para iniciar el juego. Mirando la fotografía siguiente, ¿podríais decirnos qué parte del caballo nos ha preguntado Andrea?



Sí!!! La pregunta fue: “¿Dónde está la grupa?” Nos veis señalándola. Nada más gratificante que aprender sin darnos cuenta.

Para agradecerles su colaboración, todas las sesiones traemos zanahorias y manzanas de casa para dar de comer a los ponis. Esta ha sido otra experiencia inolvidable. Tienen una dentadura que impone mucho. No te acabas de creer que al darles un trozo de comida, no vayan a hacerte daño. Os contaremos el truco. Prestar atención. Hay que extender la mano completamente, los dedos completamente estirados, colocar el trozo de comida en la palma y acercarla con decisión a la boca del poni. El ejemplar hace el resto. Selecciona la zanahoria sin a penas rozar nuestra mano. Una vez superado el respeto, el miedo al ver tan gran dentadura, es una sensación muy agradable darles de comer. Al principio, Andrea nos ayudaba cogiéndonos de la mano, acercándonos el brazo hacia la boca del ejemplar pero os podemos garantizar que prácticamente cada miembro del grupo ya lo ha conseguido por sí mismo. Estamos muy satisfechos de ello.




 Laura le da un trozo de zanahoria a Peter Pan. ¿Alguien más se atreve?



Al acabar, cada uno de nosotros lleva al poni a su cuadra correspondiente. Hay que coger el ramal y marcarle el camino nosotros. No podemos dejar que ellos nos lleven por donde quieran, con firmeza pero con delicadeza, hay que llevarles por donde nosotros consideremos. ¿Os animáis a intentarlo? Nosotros esperamos poder volver el próximo año. Allí estaremos para enseñaros todo lo que hemos aprendido. 

ÉRIC, VÍCTOR, LAURA, NOELIA, ALEIX, DAVID, ANDREA Y JOSEP.
TALLER DE EQUINOTERAPIA.
AULA DE PEDAGOGÍA TERAPÉÚTICA.
IES BOVALAR.